Es llamativo cuanto menos que 7/10 casos de reclamaciones por negligencias médicas se produzcan tras los periodos vacacionales.
La falta de recursos, así como de personal para cubrir estas vacaciones, son algunos de los factores que incrementan este tipo de reclamaciones, así lo afirma el defensor del paciente, a menos inversiones por parte del estado, mayor son las reclamaciones por negligencias médicas.
Estos días conocíamos un caso significativo, una familia de Cádiz reclamaba 1.000.000€ al sistema andaluz de salud por un error cometido durante el proceso de una fecundación in vitro y es que se utilizó esperma de otro hombre distinto al de la pareja.
El abogado de la familia presentaba una reclamación patrimonial a la administración afirmando que sus representados habían perdido la cohesión biológica con el niño gestado.
La clave se centraría en establecer si este tipo de casos podría ser considerado como una negligencia médica y cuales serían las consecuencias.
Hay ciertos elementos que nos van a permitir hablar de imprudencias punibles y por tanto negligencias médicas, estos son:
La existencia de una acción u omisión, sumada a una conducta contraría a la ley, es decir típica, que vaya contra las buenas prácticas e infrinja el deber de cuidado y que la misma sea consecuencia directa de la causación del daño.