Más vale prevenir que curar…¿Quién no lo ha oído en alguna ocasión? Pues sí señores/as, éste dicho tan popular también lo podemos extrapolar a la abogacía.
¿Cuantos de ustedes no han firmado un contrato sin saber su significado íntegro? ¿O cuantos no han firmado una hipoteca sin leer y lo mas importante SIN COMPRENDER su interminable clausulado? Y en otra índole de cosas, ante un divorcio, ¿Saben como actuar?.
Bien, en casos como éstos o muchos otros que seguro se les ocurren, lo conveniente es buscar el asesoramiento de un profesional antes de tomar decisiones que pueden afectar a nuestros derechos e intereses futuros, porque no es oro todo lo que reluce, y porque debemos estar informados de las consecuencias de nuestros propios actos, y no actuar porque a fulanito le ha ido bien, o porque me han dicho que se hace así, sino porque tengo la TRANQUILIDAD de haber contrastado opiniones con un profesional que me haya dicho los pros y los contras de mi decisión, o que incluso pueda darme otras opciones.
Reducir las posibilidades de un futuro litigio conlleva menores costes, no solo económicos como pueden ser las costas judiciales, sino también emocionales, porque no nos engañemos, el hecho de acudir a los juzgados o la incertidumbre que ello ocasiona nos afecta a nivel personal.
Vivimos en una sociedad muy judicializada, en la que el desconocimiento de las leyes no exime de su cumplimiento y en la que los juzgados y tribunales están colapsados, en la que no sabemos si nuestro litigio se va a resolver antes o después, o si se va a resolver en un sentido u en otro.
Por tanto, desde AVALENTIA les aconsejamos acudir a un profesional cuando adviertan un posible conflicto, solo de esa manera podremos ayudarles a MINIMIZAR el coste y AUMENTAR el beneficio.