[vc_row][vc_column][vc_column_text]Antes de la declaración del estado de alarma, en España ya se vivía ante la presencia de un marco normativa, jurisprudencial y doctrinal bastante extenso, heterogéneo y complejo.
Este hecho indiscutible provocó que un abogado generalista no pudiera atender con la misma eficacia y profundidad asuntos de cualquier índole, ya que supondría un tiempo de estudio mayor para que aquellos temas que no estuviera familiarizado, con el riesgo de obviare cuestiones importantes de aplicación al caso que estuviera llevando.
Pues bien, como consecuencia de aplicar en el trabajo del abogado los valores de eficacia, eficiencia, excelencia y mayor probabilidad de éxito en cualquier contienda jurídica nace la figura del abogado especialista o especializado en una determinada rama o materia del Derecho.
O dicho de otra manera, es muy difícil que un mismo abogado generalista domine con la misma soltura y con el mismo nivel de conocimiento que un abogado especialista en una determinada rama del Derecho. Incluso, debido al grado de dificultad que presentan algunas ramas o especialidades del Derecho, sería imprudente por parte de cualquier abogado ponerse a trabajar sin una previa preparación académica y práctica tutelada por otro compañero.
¿Y qué tiene que ver todo lo anterior con el CORONAVIRUS? Pues que el estado de alarma ha provocado una nueva situación desconocida para todos, incluso para los juristas, para el mundo del Derecho, que tendrá que salir de incertidumbre legal y fáctica con mucha paciencia, pero también con mucha interpretación jurídica, aplicando los principios generales del derecho a cada uno de los asuntos en particular.
A lo anterior hay que sumarle la creación, a fecha de escribir este artículo, de normas cuya técnica legislativa confunde más que aclara, y se están anunciando, a nivel de juzgados, normas para paliar el parón judicial y al volumen de asuntos que se presumen que van a registrarse, que va a provocar más caos e inseguridad jurídica en el desarrollo de los procedimientos judiciales.
Por todo lo anterior, se hace más necesario que nunca contar con abogados que estén especializados en determinadas materias y con experiencia dilatada y constante en los juzgados, porque de esta manera el abogado especialista:
Para poner un ejemplo, no es lo mismo que un abogado que se dedique al Derecho Bancario y que tenga todas las semanas vistas de esta materia en los juzgados especializados de cláusulas abusivas, quien conocerá los criterios de los jueces de estos juzgados a la hora de resolver esta clase de asuntos y, sobre todo, los cambios que se puedan dar de criterios al respecto, que un abogado que acude a dichos juzgados 4 ó 5 veces al año, el cual desconocerá los criterios de dichos jueces o los cambios que se hayan dado desde la última que acudió a estos juzgados especializados.
Y así, con todas las ramas del Derecho. De tal forma, es más necesario que nunca que el cliente acuda a un abogado especializado o a un despacho de abogados que cuenta con abogados especializados por materia, porque de esta forma, el ciudadano tendrá mayor posibilidad de éxito o, por lo menos, menor probabilidad de fracaso, lo que lleva aparejado la condena en costas.
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